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luismiguels6

Relatos personales que me pasaron en las calles de Lima Peru

Como mi vida cambió al formatear una PC (sexo con madura)
Posted:Aug 6, 2019 3:54 pm
Last Updated:May 23, 2024 8:28 am
918 Views

Cómo mi vida cambió al formatear un ordenador
¡Increíble! ¿Cómo es posible que en momento pueda cambiar todo en ti? la verdad es que nunca Pensé que fuera a tocarme el bombón más dulce de todo el mundo.

¿Quién era ella? Se llamaba María, tenía 42 años, morena, pelo oscuro, piel canela, dientes blancos, perfectos, bien alineados, sus ojos tenían un tono marrón. Tenía unos labios que invitaban al pecado. Medía cerca de 1.60, y una 100 de pecho. Estaba algo gordita, pero era una mujer muy atractiva, muy simpática, dulce y cariñosa.

¿Cómo la conocí? Yo estaba en la universidad, cursando la carrera de magisterio. Mi familia y yo nos mudamos a un piso por cuestiones de trabajo y a mí me convenía vivir ahí porque, en primer lugar, no tenía dinero para independizarme y segundo, la universidad estaba a 15 minutos. María era vecina del block , ella vivía justo debajo de nosotros. Al poco tiempo mi madre y ella se hicieron amigos rápidamente.

Un día, llegué a casa y estaban tomando mi madre y María café. Nada más entrar por la puerta mi madre me pregunta:

-Hijo, María tiene el ordenador roto, ¿tú podrías arreglárselo?

-Claro, sin ningún problema

La verdad no ejerzo como técnico informático pero sé como formatear ordenadores y era lo que le ocurría al ordenador. Cuando terminaron de hablar me bajé con María a su casa. Tenía una casa muy bonita, toda blanca, llena de plantas, como si fuera la portada de una revista de decoración. Ella vivía sola, no tenía hijos y estaba divorciada debido a que su marido le había puesto los cuernos.

-Entra- me dijo ella- el ordenador está al fondo a la derecha. Ponte cómodo, como si estuvieras en casa.

Fui a ver el ordenador, era un ordenador viejo que tenía falta de un buen formateo. Así que me puse manos a la obra.

-En tres cuartos de hora lo tienes listo-le dije yo a María- luego te instalaré los programas restantes como la impresora, la webcam…

-Muchísimas gracias, no sé que haría yo si no hubieras venido - dijo ella con una amplia sonrisa.- ¿quieres algo de beber?

-Sí, gracias.

Ella fue a la cocina y trajo dos Coca-colas. Mientras aquello se formateaba hablábamos, de cómo me iba la universidad, qué planes tenía en el futuro…

-¿Tienes novia?- me preguntó

-No-le dije yo un poco consternado por la pregunta- ¿por qué lo quieres saber?

-¿yo?, esto… por nada, por nada- se había puesto rojísima, como un tomate – era por entablar conversación.

-No pasa nada, no me molesta. No tengo novia. Tenía, pero ella me dejó por otro.

- A mí me pasó igual con mi marido- me comentó ella- me dejó por otra algo más joven.

Pasó el tiempo y terminé de arreglar el ordenador.

-Bueno, esto está ya terminado.- le dije yo.

-¿qué te debo?- Preguntó María

-Nada no sabría que cobrarte.

-Pues yo no sé que pagarte- dijo ella- ¡Cómo no quieras cobrarte en Carne!

-¡Venga vale! –la verdad es que me quedé un poco sorprendido por la pregunta, pero le dije que sí, no estaba mal. Tenía un buen físico y yo hacía bastante que no lo tenía sexo.

Al final aquello se quedó como una simple broma. Nos reímos los dos mucho, aunque la verdad yo iba bastante en serio.

-Déjame que te invite a cenar como compensación.

Acepté la invitación. Empezó a preparar en un momento Gambas a la plancha, y carne, acompañado con un buen vino. Empezamos a comer y beber. El vino, se iba subiendo poco a poco a la cabeza.

-Oye, una cosa quisiera preguntarte- dijo María- ¿Tú de verdad quieres acostarte conmigo?

-¿Qué?

-Verás como antes te he preguntado que si querías cobrarte en carne y me has dicho que sí…

-Bueno, me pareces una mujer fantástica. Eres muy atractiva, sexy, simpática, dulce,

-No pensé que pudiera levantar pasiones entre un jovencito-dijo María

- Déjame poder besar tus labios, rozar tu piel, morder tu cuello, susurrarte apasionadamente al oído, beber de tu boca el néctar que produce el frenesí, sentir tu respiración agitada, bailar pegado a tu cadera al ritmo que marquen nuestros corazones.

Al decir esto, María se levantó de la mesa y se lanzó a mis labios. Nuestras lenguas comenzaron a enredarse cada vez más y más rápido. Ella estaba acelerada, al igual que yo. Empecé como le dije, besándola, después mordiéndole el cuello hasta llegar a su pecho.

"¡Sí!", exclamó ella al llegar a su cintura y quitarle el delicado tanga que tenía.

-Seguro a que nunca te lo han chupado- le comenté yo.

-¿vas a chupármelo?-preguntó María- Nunca lo han… ¡Oh!

Empecé a deslizar mi lengua en su clítoris. Ella estaba loca y cada vez más excitada. "Para y hazme el amor" me dijo ella gritando. La llevé a la cama, le quité el vestido. Ella me quitó la ropa y se puso encima de mí. Se frotaba contra mi pene cada vez más fuerte, y más y más y más fuerte…

-¡Me corro!- Gritó ella

-yo también

Simultáneamente llegamos al orgasmo. Un orgasmo de cine. Ella me dijo que fue el mayor orgasmo que había tenido nunca y que si yo quería, podría ser su folla-amigo.

De vez en cuando, me paso por su casa para arreglarle el ordenador y hacerle el amor.
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Camino al hostal
Posted:Aug 6, 2019 3:53 pm
Last Updated:May 23, 2024 8:28 am
848 Views

Todo empezó un dia de aburrimiento en la Pc y me puse a ver algo de porno y comenzó a entrarme las ganas de tirar , en eso entro al msn y veo en linea en ese tiempo a mi enamorada y le comente que tenia ganas de tirar a lo que ella me comento que estaba en sus días y que le daba un poco de pena, bueno yo le dije normal ya que usamos condón, bueno ni corto ni perezoso le dije para ir a recogerla a su trabajo(Rimac) la espera en frente de su trabajo y al verla salir en faldita hizo que se me ponga dura y con el jean me dolía un poco ella me saludo con un beso y creo que se dio cuenta ay que se notaba un bulto en mi jean y yo le comento me duele vez lo que provocas a lo que responde ya daré besitos para que este calmada, bueno subimos a un micro(73 A) por suerte en la parte del fondo estaba vació fuimos atrás y nos sentamos abrazados a lo que le dije súbete la falda , ella obediente lo hizo y deslizando mi mano por atrás comenzó mi dedo a buscar su anito y comenzó a presionar.

al ver su cara de caliente me daba más morbo ella sin poder gemir por temor a ser escuchada y yo presionando mi dedo en en la entrada de su anito, luego lo retire y heche un poco de saliva para que entrara mejor y cuando estuvo de nuevo a entradas de su cueva lo metí de golpe, ella dio un salto pero no hizo ruido yo en su odio diciéndole "eres una puta te gusta sentirlo dentro " mientras movía mi dedo dentro de su ser y ella entrecruzando las piernas, al rato empezó a tocarme el bulto por encima del jean y me decía una chupadita rápida amor a lo que el decía no es muy notorio en cambio lo tuyo es más fácil

Aprovechando su arrechura metí mi pulgar en su ano y mi dedo índice en su vagina la muy puta estaba mojada y yo con una erección que me dolía por lo apretado del jean, trataba de juntar mis dedos metidos dentro de ella y ella me abrió el jean y me saco mi pene erecto empezó a masturbarme y comenzó a salir el típico liquido pre seminal a lo que está con los dedos lo cogía y se los comía luego.

Me quería hacer eyacular en pleno microbus y yo para castigarla más aun saque mis dedos de sus agujeros y comencé a tirar su cabello para atrás como arriando a una yegua en celo, se que el excita y ver poner resistencia en su cuello para sentir lel tirón me arrecho mas; por suerte como no había mucha gente se me ocurrió sacar un condón de mi jean y un plumón de pizarra y se lo metí en la vagina diciéndole iremos caminando a partir de ahora hasta el hostal con esto dentro tuyo quiero ver como caminas se arreglo y bajamos del microbus para bajar vi que tenía problemas y le ayude extendiéndole la mano como una princesa pero ella me respondió con una sonrisa como toda una puta.....
Llegamos al hostal pero esa es otra historia
Próximo relato (mi primer beso rojo)
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Me tire a la secretaria en UNI
Posted:Aug 6, 2019 3:52 pm
Last Updated:May 23, 2024 8:28 am
1041 Views

Hace un tiempo conocí a una amiga que trabajaba como secretaria en la UNI encargada de los lab de computo de una facultad, llamemos a mi amiga Brenda , bueno éramos amigos hablábamos chebere, conversábamos de todo normal, como todo hombre mis bromas pesadas un dia por motivos del destino todo se fueron y me quede solo con ella, normal conversando y ella se acerco y me pidió mi msn (cuando existia este aun) y me pareció raro la verdad que toda calladita en un papelito me pidiera mi msn (yo dije q raro..) bueno que podia perder le di mi msn y días después me agrego y me comenzó a platicar , yo todo respetuoso pero mi mente ya se imaginaba ese par de tetas talla 38, bueno no se como pero ella me dijo q le gustaba y que habia tomado valor para pedirme mi msn y decirle que le gusto por msn yo le dije tambien que me gustaba pero que no le decia nada ya que soy bastante mañoso con las parejas .... bueno cuando la convesacion se puso caliente le decia que me gustaria comerme ese par de tetas tan ricas que me traen loco y ella dijo que ya se daria oportunidad.....
Al otro dia en la UNI eran como las 12 era hora del almuerzo ella llevaba su comida y siempre que comia se encerraba en la lab de la UNI a comer por 1 hora, bueno me invito a comer y cerro la puerta como siempre, no era nada sospechoso ya que a veces paraba en la PC del lab haciendo mis cosas y cuando venia alguien me miraba en esta y todo normal, pero ni bien cerro la puerta me dijo no me haras lo que me dijiste por msn y no corto ni perezoso la bese y le metia la lengua mientras mis manos jugaban con ese culo rico que lo tenia ufff bueno mientras nos besabamos me anime a masturbala sobre su ropa a lo que ella acepto , luego le dije que queria metersela a lo que ella acepto con timides pero decia donde lo haremos , a loque yo la heche sobre la mesa de computo y le baje la falda y si calzoncito todo humedo... ella dijo rapido q se acaba la hora bueno se la mete en una la tenia en 4 mismo perra sobre la mesa de computo y le jalaba el cabello a lo q ella gemia y yo le tapaba la boca.... hasta que le dije me voy a correr puta siente mi leche a lo q ella no queria ya que podia salir en bola y le dije q tal en el culito?
Ella acepto pero dijo q nunca se lo habia hecho por ese lado y que como estaba loca x mi y era especial que sea el primero, bueno ni corto ni peresozo heche saliva le meti unso dedos.. y se la meti suavemente ella queria gritar pero le decia grita putita y todos se enteran hata que entro toda y comencé a bomberar a lo que ella de a pocos le gusto y se movia la condenadaaaaaa que rico un hueco virgen apretaba como mierda casi me corro al toque pero trataba de aguantar ... para eso me corri dentroo y ella decia te siento amork tu lecheee soy tuya .... mientras espere que se me baje la ereccion la saque me la limpie con un papel toalla y dije anda limpiate que ya va ser hora, se fue al SSHH y yo espere a que regresara para irme a limpiar, para eso deje las ventanas abiertas de par en par del lab para que ventile....
Que rico tirar en los lab de la UNI en esos lab de PC viejas jajajaj ya leugo les contare como me la tire en el cine de San miguel
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Confesiones de mi perra
Posted:Nov 4, 2018 9:37 am
Last Updated:May 23, 2024 8:28 am
896 Views

Confesiones de la perra María:



Todas sus confesiones provienen de un texto que le pedí que escribiese, aunque aquí solo muestro algunos fragmentos que me han parecido más interesantes. El primero habla de cómo me conoció y cómo decidió entregarse a mí como sumisa.



“Conocí a mi amo leyendo sus relatos en la página. Me tocaba siempre leyendo sus textos y llegaba a unos orgasmos increíbles. Siempre que entraba a leer buscaba si había actualizado; una vez, no sé qué me llevo a escribirle para preguntarle sobre la nueva entrega; juro que solo fue para eso. Pero luego, empezamos a intercambiar emails. En cada correo que me escribía me enviaba un beso húmedo y con eso bastaba para que mojara las bragas. Yo sabía y él sabía que el interés que yo sentía por él era que él podía darme la clase de experiencias que yo quería vivir, y vaya que sí. Sería mi primera vez como sumisa y le dije que no sabía si realmente lo era y si sería capaz de soportar tales situaciones que había leído en la página; pero él ya sabía que yo deseaba someterme a él y me lo dijo, aunque también dijo que eso no era ningún juego. Varios emails después me entregué a él, y estaba nerviosa a más no poder.”



A continuación explica algunas de las primeras experiencias que descubrió gracias a su nueva condición como mi perra. Ella se sorprendió al descubrir facetas de sí misma que no conocía, pero que yo ya intuía a causa de nuestras conversaciones.



“En una ocasión me ordeno follarme el culo con el mango de un cepillo, pero le dije que tengo el culo Virgen y me permitió hacerlo con un dedo y recuerdo que dolió mucho, pero todo fuera por complacerlo a él. Me ordeno escribirme en el vientre “juguete de J” luego salir al balcón y hacerme una foto en tetas. Y que morbo, sentía que me estaban mirando y que en cualquier momento me iban a descubrir; luego, ahí mismo me hizo tocarme sin correrme. Más adelante, debía fotografiarme las tetas, el coño y el culo fuera de la casa, también hice un video actuando como perra y hasta bebí agua de un cuenco a cuatro patas mientras movía el culo totalmente desnuda. Me sentí humillada, pero estaba chorreando así que no me podía quejar por ello.

Cinco días después de entregarme a él tuvimos nuestra primera sesión. Fue muy intento, tantas sensaciones nuevas. Dolor y placer al mismo tiempo, cuatro orgasmos en una sola tarde, cada uno tanto o más intenso que el anterior. Fue delicioso y nunca en mi vida había estado tan húmeda como esa tarde, aunque tampoco tan nerviosa.”



Como final de sus confesiones os dejo un largo fragmento en el que se sincera, cuenta cómo la hago sentir y explica algunas otras de las experiencias que ha vivido desde que es mi obediente y entregada putita.



“Todos los días estoy excitada y húmeda porque así es como mi amo quiere que este y tampoco es que pueda evitarlo, con una sola palabra es capaz de ponerme cachonda. Si me dice perra, perrita o puta ya estoy chorreando, si me dice que me envía un beso húmedo pongo las bragas perdidas. ¡Es tan excitante y tan frustrante cuando me ordena tocarme y no me deja correr!

También me ha ordenado ir a clase con el coño al aire, dos veces, y en ambas ocasiones he sentido como mis flujos bajan por mis piernas. Me ha hecho azotarme el coño, follarmelo con los dedos, el cepillo y hasta con una zanahoria. El culo, admito que es algo que no me llama mucho la atención, me ha hecho follarmelo también y a pesar de todo el dolor que pueda sentir lo hago porque sé que le encanta y que ese es su placer y como su placer es mi placer obedezco. Él lo sabe, sabe que a pesar de que me pueda doler el culo, me humedezco de solo pensar en el placer que yo le podría proporcionar estando a cuatro patas, con el culo arriba esperando a que él lo penetre; sabe que me derrito de solo pensar en él y en todo lo que me ha hecho y en lo que me hará. En todas las cosas que me ha hecho sentir. Hace unos pocos días tuve un orgasmo muy intenso follandome el coño con el cepillo mientras tenía el culo perforado por un lápiz labial fino. Solo él es capaz de hacer que me corra así sin tocarme.

Me encanta complacerlo en lo que más pueda, me encanta que se sienta orgulloso de su perra y feliz de haberme aceptado. Y puede que no todo sea color de rosas, pero el siempre vela por mi bienestar, tanto físico como emocional y me encanta cuando me demuestra lo mucho que le importo.”



A continuación podréis leer el relato que he escrito y que ella protagoniza.



Relato.



Había sido un duro día de trabajo, pero por fin llegaba a casa. Saqué las llaves del bolsillo sin poder evitar pensar en las largas horas de tutorías que me esperaban al día siguiente en la universidad, pues se acercaban los exámenes finales y, como cada curso, buena parte de los alumnos trataría de resolver en dos semanas lo que no había hecho en todo el semestre.

Con un suspiro de resignación abrí la puerta, entré en casa y, tras cerrar con doble vuelta, dejé las llaves sobre la mesa de la entrada. Entré en el salón, dejé la bandolera con los libros y cuadernos en la mesa, y me quité los zapatos, cansado. Me disponía a dirigirme al sofá cuando un gemido llamó mi atención, y al volverme vi a mi mascota mirándome con ojos de adoración, a la espera de una caricia o una palabra de cariño. Me agaché junto a ella, mi perrita, y la acaricié. Sentí que temblaba, aunque no podía saber si era por la emoción de sentir mis caricias o por los dos vibradores que llevaba insertados en su cuerpo, un consolador en el coño y un plug con un penacho de pelo que emulaba una cola en el culo. Su cuerpo estaba completamente desnudo, a excepción de un collar de perra que yo mismo le compré el día que me la llevé a casa. Mi perra, feliz de tenerme en casa, me llenó la cara de besos hasta hacerme reír.

—Basta, basta, pequeña —dije con una sonrisa, y me dirigí al sofá con ella pegada a mis piernas. Una vez allí me puse cómodo y miré de nuevo a mi adorada mascota—. Deja que te vea. Ponte a dos patas, perrita mía.

La joven se levantó, abrió las piernas y colocó las manos tras la cabeza, tal y como yo le había enseñado durante la doma. Observé su cuerpo, ese cuerpo juvenil que tan bien conocía ya. Su piel clara y limpia, sus formas exquisitas, los dos pechos pequeños pero deliciosos, su coño afeitado, como el de una niña. Llevaba dos coletas, tal y como sabía que me gustaba, y su mirada tan solo reflejaba deseo y amor. El collar, pequeño y delicado como ella, llevaba grabadas tres letras: JWB. Jason W. Black, el nombre de su dueño.

No fue necesario que le dijese lo que tenía que hacer. Mariana, pues era una perra excepcional, obediente y dispuesta como ninguna, y conocía bien qué era lo que yo esperaba de ella. Nunca me decepcionaba. Me desabrochó el cinturón, bajó el pantalón hasta quitármelo y, finalmente, se arrodilló y me bajó los calzoncillos. La expresión de felicidad de Mariana cuando vio mi polla dura me recordó a la de un niño ante un dulce, y como tal la devoró, enterrándola en su boca por completo. Acto seguido comenzó a hacerme una mamada con la habilidad que había adquirido después de docenas de ellas. Sonreí al recordar que al principio la hacía practicar con gruesas zanahorias mientras la observaba por cam. Siempre fue una jovencita muy aplicada.

Mientras su boca, sus labios y su lengua me regalaban una excelente mamada, le di dos tirones del collar para que supiese que quería que subiese al sofá. Lo hizo, lo que me permitió acceder a los consoladores. Decidí empezar por el del culo, un culito todavía virgen que reservaba para una ocasión especial. Desabroché el arnés que sujetaba ambos consoladores, le saqué el del culo y le metí dos dedos, que entraron con facilidad a causa de lo dilatada y mojada que estaba. Le follé el culo con los dedos durante unos minutos, pero no tardé en ir en busca del premio gordo y retiré por completo el arnés para poder coger el segundo vibrador. Ambos eran estrechos, pues quería a mi perra estrecha para sentir así un mayor placer, y emitía suaves vibraciones que no eran suficiente para que se corriese, pero que la mantenían en continuo estado de excitación. Saqué el consolador de su coño, le metí de golpe dos dedos y, cuando apenas empezaba a follarla con ellos, se corrió entre gemidos. Me relamí los labios satisfecho y la miré a los ojos, dos ojos que sabían que se había ganado un castigo.

Sin una sola palabra la agarré de los pelos, tiré para sacar mi polla de su boca y me puse en pie. Con su metro cincuenta de altura y sus cincuenta kilos, y teniendo en cuenta que yo soy un hombre corpulento y fuerte, no supuso ningún problema echármela al hombro como un saco. Mariana todavía jadeaba a causa del orgasmo cuando la llevé a la habitación y la arrojé sobre la cama sin contemplaciones. Consciente de lo que se esperaba de ella se puso a cuatro patas y sacó culo, preparada para el castigo.

Con una mano sujeté las suyas a la espalda y con la otra empecé a azotarla mientras la perra contaba en voz alta los azotes. No le di descanso hasta que llegué a cincuenta, y para entonces ella lloraba de dolor. Su culo al día siguiente estaría morado, pero no era la primera vez.

—¿Quieres que pare? —pregunté mirándola muy serio.

—Soy tuya —respondió con voz cargada de excitación—. Haz lo que quieras conmigo, Amo.

No esperaba otra respuesta. Como ya dije está muy bien domada y su entrega solo está a la altura de su obediencia.

Le clavé la polla en el coño y empecé a follármela con fuerza al tiempo que la agarraba del pelo. La perra jadeaba y gemía, tan excitada por la situación que su coño goteaba sobre las sábanas cada vez que yo sacaba la polla solo para volver a metérsela de un golpe. Sabía que ella no sería capaz de soportar mucho más tiempo ese ritmo, pero no solo no me importaba, sino que usé la mano libre para buscar su clítoris y atacarlo también.

—¡Pa... pi! ¡Papi! ¿Pu... pue... pu...?

—Puedes correrte, perra.

Estalló en una corrida tan bestial que sus ojos se pusieron en blanco, pero yo continué embistiéndola. Solo un par de minutos después, cuando sus gemidos volvían a acompañarme, sentí que estaba a punto de estallar y saqué la polla con presteza. Mi perrita, siempre pendiente de mi placer, buscó mi polla de inmediato y la engulló justo en el instante en que me corría. No desperdició una sola gota. Satisfecho me dejé caer en la cama con ella acurrucada a mi lado.

—Gracias —susurró.

Un momento después dormía con la cabeza sobre mi pecho.
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